18 febrero 2011
comenzamos nuestra andadura hacia la cima de la mira, este modesto pico se situa en la sierra de Gredos muy proximo al municipio de Guisando, un paraje realmente bonito y desconocido por muchos de nosotros, de hecho hasta que no te encuentras en medio de sus altas laderas no imaginas que pudiese existir algo asi en un lugar tan cercano.
Aunque un poco tarde comenzamos la ascension por la unica via accesible desde dicho municipio, no tiene perdida alguna y esta bastante bien señalizada y marcada a lo largo de todo el sendero, claro, siempre y cuando no se tenga un manto de nieve que cubra toda la montaña. Nada mas empezar nos damos cuenta de que iba a ser una subida algo mas dura de lo que llevabamos en mente, el tiempo no acompaña, hace un poco de frio y no dejan de caer gotas que posteriormente se transformarian en pequeñas estrellas de nieve. Llevamos las mochilas bastante cargadas con todo lo necesario para hacer frente a cualquier imprevisto, tal vez demasiado cargadas, de lo cual nos damos cuenta en el primer repecho, el cual nos sirve a la par de calentamiento.
las vistas son impresionantes desde cualquier altura. a medida que subimos la capa de nieve es cada vez mas gruesa e intentamos seguir unas huellas dejadas posiblemente el dia anterior ya que no tenian retorno y mas adelante se perderian apesar de su profundidad. En todo momento estubimos acompañados por la fauna del lugar bien sea por las cabras montesas o por los buitres que nos sobrevolaban. el camino se empezo hacer bastante pesado cuando ya no podiamos evitar la nieve y nos comenzo a entrar agua en las botas, ya que debajo de el manto corria un pequeño riachuelo por las altas temperaturas y humedades de los ultimos dias.
tras dos horas caminando y con los pies empapados aun nos setiamos con ganas de terminar la hazaña puesto que nos quedaba muy poco para la cima, pero cual fue nuestra sorpresa cuando a tan solo media hora de alcanzar el refugio nos encontramos con un obstaculo que decidiriamos no afrontar. un pequeño riachuelo bajaba por la ladera de la montaña, y sobre el un manto de nieve de un metro el cual con una pendiente bastante grande amenazaba con deslizarse al intentar atravesarlo para continuar. por una parte un servidor partidario de encordarnos y pasar de uno en uno mientras el otro aseguraba y posteriormente arriesgarnos a ver que encontrariamos tras el giro a derechas que nos impedia ver la siguiente subida. pero debido a las condiciones en las que nos encontrabamos, con los pies empapados y el agua subiendo por el pantalon nos decidimos aunque decepcionados a dar la vuelta y regresar al punto de partida.
EN EDICION
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